La imprenta fue un instrumento fundamental para la propagación de
la causa insurgente, cuyas publicaciones circularon en forma clandestina y en periodos breves,
los impresos se desarrollaron en talleres de provincia o en prensas improvisadas portátiles,
ya que las imprentas de la ciudad de México, estaban controladas casi en su totalidad por
las autoridades civiles, eclesiásticas y militares.1
El movimiento de Miguel Hidalgo y Costilla fue continuado por
José María Morelos y Pavón y por Ignacio López Rayón. Este levantamiento
insurgente fue un suceso relevante para el desarrollo de las imprentas y para la
multiplicación de los periódicos. Durante el movimiento encabezado por los tres
caudillos, las prensas, algunas clandestinas y otras no, se unieron para imprimir los
periódicos insurgentes. Quienes encabezaron el levantamiento se preocuparon por la divulgación de sus
ideas y se dieron a la tarea de informar acerca de sus acciones militares.
Francisco Severo Maldonado se presentó ante Hidalgo en Guadalajara para
proponerle una publicación periódica que se utilizaría para propagar sus ideas.
Así nació el primer periódico insurgente,
El Despertador Americano. Correo
Político Económico de Guadalajara redactado por Maldonado y José Ángel de
la Sierra. Este periódico pretendía explicar las razones del enfrentamiento armado,
así como promover la colaboración de la sociedad y reprobaba las condiciones sociales
del régimen colonial impuesto
Los sucesos políticos fueron determinantes para que la actividad
de las imprentas tomara una nueva postura. Ya que durante el periodo de la
Colonia la palabra impresa circuló a través de libros, papeles y, en el último siglo, de
gacetas, la situación se transformó completamente en los albores de la independencia. La
cantidad de impresos se multiplicó, pero ya no fueron los libros el producto principal de
las imprentas. Los papeles sueltos -también conocidos como hojas, pliegos sueltos, panfletos
o folletos-, seguidos de los periódicos, llegaron a formar el volumen mayor de impresos. Como consecuencia de
se incrementa la politización en Nueva España, y se multiplica la edición de periódicos. 2
Entre los periódicos al servicio de los insurgentes destacan:
- El Despertador Americano, es considerado el primer órgano del que se valió la causa,
impreso en Guadalajara en los talleres de José Fructo Romero, Este pretende proyectar
una ideología de lucha, su discurso busca explicar las circunstancias por las cuales se
llegó al enfrentamiento armado; legitima esta lucha y termina promoviendo la colaboración
de la sociedad. editado en Guadalajara entre 1810 y 1811 por Francisco Severo Maldonado y José Angel de la Sierra.
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- En 1812, El Ilustrador Nacional, El 11 de abril en 1812 iniciaría la fructífera
labor tanto de información a la población en general, de los avances o reveses militares,
sociales y políticos, como de enlace entre las fuerzas insurgentes diseminadas en el
territorio novohispano. Ideado como semanario sabatino, tan sólo se conocen seis números,
mismos que ponemos aquí, en versión facsimilar, a disposición de los interesados.
Fue elaborado en"Imprenta de la Nación" Taller improvisado en Sultepec.
- El Ilustrador Americano en 1812
- El semanario Patriótico Americano en 1812
- La Gazeta del Gobierno Americano en el Departamento del Norte
- El Correo Americano del Sur,, periodico insurgente mexicano, editado durante
el año de 1813 en la ciudad de Oaxaca, primero, por José Manuel Herrera y, posteriormente,
por Carlos María Bustamante. Este periódico fue el vocero de las fuerzas encabezadas
por José María Morelos y Pavón. Se editaron 39 números más cuatro números extraordinarios
y uno más que sirvió de presentación.
- Diario político Militar Méxicano, importante órgano al servicio de Iturbide.
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El último periódico insurgente fue Clamores contra la Opresión, publicado por José Matías Quintana,
padre de Andrés Quintana Roo. Esto no significa que los levantados hubieran dejado de publicar sus periódicos,
ya que se conoce, por ejemplo, el Diario Político Militar Mejicano (1 de septiembre y el 28 de octubre de 1821), poco
antes y poco después de firmada la independencia de México.
Las nuevas tendencias políticojurídicas, para estabilizar a la sociedad así como el
reconocimiento de sus derechos, dieron lugar a que grupos ilustrados manifestaran sus preferencias a través de
diversos órganos de comunicación como fueron El Sol, El Águila Mexicana. Los iturbidistas se sirvieron de la Gaceta
del Gobierno Imperial de México,
El Fanal del Imperio Mexicano y de El Semanario Político y Leterario, del
Dr. José María Luis Mora. También el periodismo mexicano se vio influido por las logias masónicas
yorkina y escocesa. 5
Asimismo durante la ocupación norteamericana se editó The American Star (1847-1848),
periódico redactado en inglés y en castellano.
Durante ese periodo aún con restricciones oficiales en momentos particulares, se gozó de
cierta libertad de prensa hasta la Ley Lares (abril de 1853). que provocó la clausura de
muchas publicaciones.
La ley de desamortización civil y eclesiástica de 1856 acentuó la división entre liberales y
conservadores; y como consecuencia de la promulgación de la Constitución de 1857 se suscitaron
polémicas entre ambos bandos a través de la prensa. Así a partir de la Guerra de Tres años
o de Reforma el periodismo recobró su importante papel de pulsador de la vida política
mexicana; resurgieron las imprentas portátiles de las cuales se editan; el Boletín del Ejercito Federal,
lanzado por los conservadores; y el Boletín Clandestino de Francisco Zarco.
Otra etapa de la República Restaurada en la cual la la prensa liberal desarrolla un papel
importante es con el resurgimiento de los viejos órganos conservadores. Los juaristas por un ladofueron apoyados entre otros periódicos por la
La Paz, La Revista Universal y El Federalista; mientras que los porfiristas por
El Ferrocarril. Como publicación independiente de este periodo se registra La Voz de México.
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